¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LOS ORGANISMOS EN EL SUELO?

Como se ha dicho anteriormente, el suelo es una mezcla de materias orgánicas e inorgánicas que contiene una gran variedad de macroorganismos y microorganismos. El suelo provee ancla y soporte para las plantas, las cuales extraen agua y nutrientes de el, estos nutrientes estos son devueltos al suelo por la acción de los organismos que viven en el, contribuyendo así con la recirculación de nutrientes que posibilitan la fertilidad. (Morrison, traducción Gina Bassaillon, 1996)

Se conoce desde hace algún tiempo a las tuzas, hormigas, gallinas ciegas y pudriciones de las raíces generadas por hongos y microorganismos, entre otros. Obviamente, por lo general, hablamos de enfermedades de las plantas (fitopatología) que generan graves pérdidas económicas, sin excluir la herbivoría no deseada de ciertas especies (o ciertos estados de desarrollo de las mismas) que merman la producción de las cosechas. Si nos atenemos a los efectos benéficos existen menos precedentes, como lo son el caso de las lombrices (por su aportación a mejorar la estructura del suelo) y el rizobio (simbionte de las raíces que fija nitrógeno atmosférico), y más recientemente (en términos relativos) las microrrizas (que expanden el sistema radicular de las raíces y les ayudan a absorber ciertos nutrientes). También, cada vez más, se comprueba la importancia de las interacciones y la necesidad de realizar acercamientos a su realidad, de manera más integradora. Así, por poner un ejemplo, las cifras mayores de la biomasa aérea y radical de la plántulas de huizachillo (Desmanthus virgatus) en términos de peso seco, se obtuvieron cuando crecieron en el suelo intacto, sin diluir. Ello permite sugerir la interacción sinérgica (unos potencian el efecto de los otros) de diversas especies de microorganismos, que incluye tanto hongos micorrízicos como a los rizobios presentes en el (De la Garza-Requena y Valdés, 2000).

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Tomada de Pinterest

 El suelo se mantiene debido a la capa de vegetación que lo cubre, las hojas atenúan el impacto de la lluvia, del calor del sol y de los vientos fuertes sobre el suelo y las raíces ayudan a sostenerlo. El follaje que cae forma una capa de protección, y contribuye a la formación del humus. Al reducirse la vegetación, disminuye también el aporte de materia orgánica, desciende posteriormente la actividad de los microorganismos y por tanto el suelo pierde fertilidad. Asimismo, pierde porosidad y estructura, haciéndose más erosionable. (FAO)

 La FAO hace referencia a la fertilidad del suelo refiriéndose a un conjunto de características como lo son:

  •  Consistencia y profundidad que permiten un buen desarrollo y fijación de las raíces.
  • Contiene los nutrientes que la vegetación necesita.
  • Es capaz de absorber y retener el agua, conservándola disponible para que las plantas la utilicen.
  • Se encuentra suficientemente aireado.
  • No contiene sustancias tóxicas.

Finalmente, es fácil reconocer la importancia de los organismos presentes en el suelo, tanto la fauna como la flora, micro o macro. El proceso de formación de suelos requiere millones de años y la tierra fértil con la que ahora contamos es producto de un sinfín de interacciones entre el suelo y los organismos vivientes en el, así como también de la acción del sol, viento, lluvia, etc. Es necesario proteger el suelo y sus propiedades fértiles, pues la formación de apenas un centímetro de suelo requiere cientos de años.

 

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